DEVOCIONAL PARA NIÑOS:
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Semana 1 Devocional
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Semana 2 Devocional
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Semana 3 Devocional
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Semana 4 Devocional
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Semana 5 Devocional
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Semana 6 Devocional
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Semana 7 Devocional
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Semana 8 Devocional
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Semana 9 Devocional
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Semana 10 Devocional
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Semana 11 Devocional
DÍA 26 - JESÚS, EL SIERVO
LECTURA: Juan 13:1-17
ENSEÑANZA:
En esta historia, Jesús está celebrando la fiesta de la Pascua con sus discípulos. Sabía que su tiempo en la tierra estaba llegando a su fin, así que aprovechó la oportunidad para dejar a sus amigos con un momento inolvidable y una lección importante. Juan deja en claro que la motivación de Jesús para lavar los pies de sus discípulos era el amor. La frase, "los amó hasta el final" habla del alcance total de su amor por ellos. ¡Esta historia debería recordarnos cómo nos ama a ti y a mí!
Los discípulos observaron con asombro incrédulo cómo Jesús se envolvió con la toalla del sirviente y comenzó a lavarle los pies. Este no sólo era el trabajo y la posición de un sirviente, sino que era un trabajo para el sirviente más humilde. Personas del mismo nivel rara vez, si es que alguna vez, se lavan los pies en la cultura judía, pero un rabino nunca lavaría los pies de sus discípulos. Este fue un momento al revés: Jesús reveló que su reino tiene un conjunto de valores y prioridades radicalmente diferentes. Jesús explica sus acciones y les ordena que sigan su ejemplo: lavarse los pies unos a otros. Jesús les estaba enseñando a servir a los demás con humildad y un corazón de amor. Aunque Dios siempre bendice la obediencia, no debemos servir para recibir algo en torno. Servimos porque Jesús nos sirvió primero. Amamos porque Jesús nos amó primero. Él lava no sólo nuestros pies, sino también nuestros corazones, limpiándonos de nuestro pecado.
Preguntas Para Meditar:
NIÑOS PEQUEÑOS/PRE-K:
• En esta historia, ¿con quién cena Jesús?
• ¿Qué hizo Jesús por sus discípulos?
NIÑOS:
• ¿Qué hizo Jesús por sus discípulos?
• ¿Por qué fueron sorprendentes las acciones de Jesús?
• ¿Qué les estaba enseñando Jesús a sus discípulos (y a ti y a mí)?
ORACIÓN:
Dios, gracias porque te humillaste para convertirte en humano. Jesús, gracias por venir, no para ser servido, sino para servir y dar tu vida como pago por nuestros pecados. Su ejemplo de ser un sirviente me convence y me motiva a servir a los demás. No permitasque sirva para ser notado o para probar algo. Ayúdame a servir desde un corazón puro, un corazón que te ama a ti y a los demás. Cuando te veo sirviendo a otros, deja que eso me convierta en un sirviente. Ayúdame a vivir humildemente y a vivir bien con los demás. En el nombre de Jesús, amén.