DEVOCIONAL PARA NIÑOS:
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Semana 1 Devocional
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Semana 2 Devocional
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Semana 3 Devocional
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Semana 4 Devocional
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Semana 5 Devocional
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Semana 6 Devocional
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Semana 7 Devocional
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Semana 8 Devocional
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Semana 9 Devocional
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Semana 10 Devocional
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Semana 11 Devocional
DÍA 39 - JESÚS ES ARRESTADO
LECTURA: Juan 18:1-12
ENSEÑANZA
En este relato se narran las últimas horas de la vida de Jesús. Jesús y sus discípulos dejaron el recinto donde celebraron la Pascua y fueron a un huerto cercano a orar. Judas, uno de los seguidores cercanos de Jesús había decidido traicionarlo. Los líderes religiosos le pagarían a Judas después del arresto. No conocemos las motivaciones de Judas, pero él era un hombre codicioso que ciertamente no entendía quién era Jesús o qué era lo que había venido a hacer. Aquí aprendemos tres cosas importantes sobre Jesús.
1) Incluso en el momento de su arresto, Jesús tenía control de la situación. El versículo 4 dice, «Jesús ya sabía todo lo que le iba a suceder, así que salió al encuentro de ellos…» Él no tenía miedo, no estaba confundido, no dejó de tener el control. En esa escena caótica, Jesús tuvo control.
2) Los soldados parecían poderosos, pero Jesús era quien tenía el poder. En esta historia sucedió algo increíble. Sencillamente, cuando Jesús dijo, «Yo soy», ¡los soldados cayeron al suelo! Alguien con un poder así no podía ser dominado, ni siquiera con un contingente de soldados. Sólo Jesús podía entregar su vida y volver a tomarla. Es evidente que Jesús voluntariamente entregó su poder y su vida para ir a la cruz y pagar el precio por ti y por mí.
3) Jesús no permitió que Pedro luchara contra el plan de Dios. Pedro quería luchar y parar lo que estaba sucediendo. Jesús sabía que tenía que pasar y no permitió que nada lo impidiera.
Preguntas para meditar
NIÑOS:
· ¿Qué sucedió con Jesús en esta historia?
· ¿Cómo respondió Jesús a lo que le estaba ocurriendo?
· ¿Por qué impidió Jesús que Pedro peleara?
ORACIÓN
Dios, gracias porque Tú tienes control de mi vida en todo momento. Ayúdame a confiar y descansar en tu control y protégeme de perder mi alegría y paz cuando sienta que yo no tengo el control. Quiero ver Tus planes y Tus propósitos realizarse en mi vida y en la de los demás, no
quiero realizar mis propios planes. ¡Reconozco que Tú sabes qué es lo mejor! Evita que luche contra Tus planes. Enséñame a confiar en Ti y en el poder que Tú tienes sobre todas las cosas. En el nombre de Jesús, amén.