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DÍA 41 - JESÚS ANTE PILATO

LECTURA: Juan 18: 28-37

ENSEÑANZA:

Una vez que los líderes judíos encontraron a Jesús culpable de blasfemia (afirmando ser Dios), lo llevaron al cuartel general del gobernador romano. Sabían que sólo a los romanos se les permitía ejecutar a alguien y eso es lo que querían que le sucediera a Jesús. En esta historia, Pilato está tratando de determinar si Jesús es un insurreccionista, alguien que quiere convertirse en rey y derrocar al gobierno establecido, o si esto fue sólo un caso de celos por parte de los líderes religiosos. Al final de esta investigación, Pilato se dará cuenta de que Jesús es inocente. Pero en este punto, no está seguro. Las respuestas de Jesús a Pilato revelan dos verdades importantes sobre el reino de Dios.

1) El reino de Dios no avanza como lo hacen los reinos de este mundo. Jesús dijo que un reino terrenal habría respondido luchando por su rey. En el reino de Dios, el rey primero lucha por el pueblo. Jesús vino a hacer por nosotros lo que no podríamos hacer por nosotros mismos. Cuando vemos que Jesús lucha en nuestro nombre, recibimos la confianza y la fe para luchar por él.

2) El reino de Dios está construido sobre la verdad. Los reyes de este mundo harán cualquier cosa por el poder y el control, incluso construir sus reinos sobre medias verdades y mentiras. Jesús vino a construir un reino sobre la verdad que se encuentra en Dios. Esta es una verdad que tiene el poder de confrontarnos y cambiarnos.

Preguntas Para Meditar:

NIÑOS:

• ¿Por qué los líderes religiosos llevaron a Jesús a Pilato, el gobernador romano?

• ¿Qué le preguntó Pilato a Jesús?

• ¿En qué se diferencea el reino de Dios a los reinos de este mundo?

ORACIÓN:

Dios, gracias por enviar a Jesús el Rey. Gracias porque Jesús es diferente de otros reyes. No vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. Gracias porque Jesús dejó su trono celestial para venir a vivir entre nosotros, dejar su poder y dar su vida. Ayúdame a pelear las batallas correctas y a confiar en lo que el Rey Jesús ha hecho por mí. Espíritu Santo, enséñame lo que es verdad por tu Palabra y tu presencia. Ayúdame a construir mi vida sobre la base sólida de la verdad de Dios. En el nombre de Jesús, amén.