DEVOCIONAL PARA NIÑOS:
-
Semana 1 Devocional
-
Semana 2 Devocional
-
Semana 3 Devocional
-
Semana 4 Devocional
-
Semana 5 Devocional
-
Semana 6 Devocional
-
Semana 7 Devocional
-
Semana 8 Devocional
-
Semana 9 Devocional
-
Semana 10 Devocional
-
Semana 11 Devocional
DÍA 42 - JESÚS ES HALLADO CULPABLE
LECTURA: Juan 19: 1-16
ENSEÑANZA:
En medio de este texto, Jesús y Pilato tienen una conversación sobre el poder. El poder es algo que todos quieren: poder sobre los demás, poder sobre sí mismos y poder sobre sus circunstancias. En esta historia, vemos el poder en exhibición de varias y diferentes maneras.
1) Existe el poder de los soldados. Utilizan la fuerza física bruta para azotar a Jesús, infligiéndole un terrible dolor. Este es un poder que el mundo reconoce y teme, pero este poder no puede cambiar el corazón humano. No puedes obligar a alguien para que te ame.
2) Existe el poder de Pilato. Tiene poder posicional porque tiene un título y tiene autoridad para tomar decisiones. Pero el poder que proviene de un título o un puesto no significa que la gente lo respete o quiera estar bajo su poder.
3) Finalmente, existe el poder de Dios. Y se ve en esta historia de dos maneras diferentes. Jesús dice que Pilato no tendría poder si no le fuera dado "desde arriba". Dios gobierna sobre las actividades de todos los humanos y tiene el poder supremo. Pero el poder de Dios también se ve en Jesús permitiendo ser castigado y sentenciado a muerte. Jesús dejó su poder y dio su vida por nosotros. Ese es el poder real. Ese es el tipo de poder que nos hace amarlo y querer ser guiados por él.
Preguntas Para Meditar:
NIÑOS:
• En esta historia, ¿cómo usaron los soldados su poder?
• Según Jesús, ¿de dónde vino el poder de Pilato?
• ¿Por qué Jesús dejó su poder y qué significa para ti?
ORACIÓN:
Dios, gracias porque eres un Dios poderoso. Tú reinas y gobiernas todas las cosas y yo confío en tu poder. Sé que tu poder no significa que nunca pasaré por tiempos difíciles. Pero también sé que tu poder significa que no los atravesaré sólo y que no durarán para siempre. Ayúdame a usar cualquier poder que me des para levantar a los débiles y no aplastarlos. Ayúdame a hablar por los impotentes por el poder de tu Espíritu. En el nombre de Jesús, amén.