LECTURA: Juan 6:60-69
ENSEÑANZA:
Jesús acababa de terminar de hablar sobre "comer su carne" y "beber su sangre". Puedes entender por qué la multitud estaba incómoda. Por supuesto, Jesús no quiso decir que literalmente hicieran esas cosas; Estaba hablando simbólicamente de nuestra necesidad de mirarlo como la única fuente de fortaleza y vida para nuestros corazones. Recuerde, Jesús es el pan de vida que bajó del cielo para usted y para mí.
En este punto, la multitud que persiguió a Jesús con la esperanza de que hiciera otro milagro increíble decidió dejar de seguir a Jesús. Estaban siguiendo a Jesús en sus términos y una vez que ya no lograban obtener sus propósitos egoístas, se alejaron. Jesús quiere que lo sigamos en sus términos y que confiemos en que él sabe lo que realmente necesitamos. Esto debe haber sido un giro sorprendente de los acontecimientos para los discípulos más cercanos a Jesús. Vieron la popularidad y la fama alejarse mientras la multitud disminuía de miles a sólo ellos. Y Jesús se preguntó si ellos también se irían: "¿También te vas a ir?"
La respuesta de Pedro revela el corazón de alguien enamorado de Jesús: ¿A dónde más iríamos? Nadie ni nada más puede llevarnos a la verdad y la vida. Creemos en ti y no te dejaremos ahora ni nunca. Unos años más tarde, Pedro realmente dejaría a Jesús, pero Jesús nunca dejó a Pedro. Y es la fidelidad de Dios hacia nosotros lo que causa fidelidad en nosotros.
Preguntas para meditar:
ADOLESCENTES:
• ¿Por qué la multitud dejó de seguir a Jesús?
• ¿Por qué los doce se quedaron con Jesús?
• ¿Qué es difícil de seguir a Jesús?
• ¿Qué te da fuerzas para seguir?
ORACIÓN:
Dios,
Gracias que nunca te rindes conmigo. Ayúdame a no renunciar a ti. Gracias porque tu Espíritu Santo fue enviado para ayudarme a amarte y conocer la verdad. Quebranta mi corazón por las personas a mi alrededor que se alejan de ti. Dame oportunidades para señalarles a Jesús y sabiduría para saber cómo hacerlo. Deja que mis palabras se llenen de verdad y gracia como siempre lo son las tuyas. Gracias que "tienes las palabras que dan vida eterna". Ayúdame a no buscar vida en dioses menores, sino a encontrarla siempre en ti. En el nombre de Jesús, amén.
PRÓXIMO NIVEL (ENSEÑANZA ADICIONAL):
En este pasaje, Jesús destaca la obra de la Trinidad en la salvación. En el versículo 63, él enseña que sólo el Espíritu puede dar vida eterna. No podemos salvarnos a nosotros mismos, no podemos ganar la salvación, y no podemos hacer que nuestros corazones muertos recobren vida. Sólo el Espíritu Santo puede hacer eso en su obra de regeneración. En el versículo 65, Jesús explica la obra del Padre en la salvación. El Padre le da a Jesús a todos los que le pertenecen. La obra exacto de la salvación es un misterio, pero podemos ver en este texto que siempre es obra de Dios. Somos recipientes agradecidos y somos personas que sabemos responder a su plan maravilloso de redención.